La primera BB Cream llego a España en mayo de 2010 y en menos de dos años se ha convertido en un cosmético imprescindible de cualquier marca o tocador que se precien. No son una base de maquillaje, pero tampoco una crema o un iluminador convencional. Son un todo en uno que dejan la piel perfecta al instante.
BB cream es la abreviatura de cremas blemish balms, que en castellano significa bálsamo para las imperfecciones. El producto nació por los años 70 en Alemania como una solución dermatológica para calmar las pieles irritadas, regenerarlas y protegerlas después de tratamientos como los peeling.
Pero fueron los asiáticos, en concreto los coreanos, quienes han sabido sacarle partido a esta fórmula. Ellos la recataron y la enriquecieron con activos antimanchas o antiaging y le aportaron un toque de color. Tras promocionarlas con actrices y cantantes, las mujeres asiáticas, que son quizá las más preocupadas por mantener el cutis intacto, se hicieron adictas al ver sus resultados: suavizan, unifican el tono y dejan el rostro listo para salir a la calle, si una quiere, sin necesidad de ponerse maquillaje.
Su secreto es una unión de activos hidratantes, protectores, iluminadores y calmantes; una textura que se extiende muy bien, hace falta una cantidad muy pequeña para cubrir todo el rostro y su precio, que resulta más que asequible a todos los bolsillos.
Las hay para pieles sensibles, en éstas consiguen camuflar las rojeces, aportan confort y frescura al cutis. Las de pieles mixtas o grasas consiguen controlar los brillos y el exceso de grasa con sus fórmulas oil free. En pieles normales camuflan imperfecciones e iluminan. Y para las secas aportan ingredientes como la manteca de Karité o la glicerina vegetal que hidratar en profundidad. Además protegen contra los rayos UVB/UVA y dan un toque de color pudiendo elegir entre varios tonos según sea tu piel.
¿Es un básico en tu tocador?
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