Un buen kit de brochas y pinceles es el primer paso para conseguir un maquillaje perfecto, cuidarlas con estos trucos te ayudarán a mantenerlas perfectas mucho (pero mucho) tiempo.
¡Cuídalas!
Para comenzar debes elegir un buen kit de brochas y pinceles. ¡No te vuelvas demasiado loca! Salvo que seas una maquilladora profesional, una manta de pinceles completa dispone de tantos tipos de brocha diferentes que harán que te pierdas y acabarás usando sólo 3 o 4.
Nuestra recomendación es que analices primero el tipo de maquillaje de cabecera que sueles emplear, así como tus gustos a la hora de elegir el tipo de maquillaje (polvos minerales, fluido…) y las tonalidades más comunes en tu paleta.
Para ello te recomendamos que visites nuestro post «Brochas de maquillaje ¿Cómo acertar?» donde descubrirás algunas opciones sensacionales como la manta de pinceles Vendetta. ¡No dudes en consultarnos cualquier duda que pudiese surgirte!
Pero ahora toca hablar de como cuidarlas, de como conseguir que nos duren «toda una vida».
¿Por qué?
La higiene de cualquier brocha de maquillaje no sólo aumentará su durabilidad y mejorará el efecto del acabado, sino que además evitará a nuestra piel muchos problemas derivados de la acumulación de restos de maquillaje y sebo que, al entrar en contacto con nuestra piel, pueden desembocar en un acné cosmético.
¿Cuándo?
Es necesario enjuagar tus brochas para retirar restos de maquillaje casi después de cada uso pero eso no representa una limpieza «real» de tus pinceles de maquillaje. Por este motivo te recomendamos no ser demasiado ambiciosa y fijar una rutina de limpieza exhaustiva 2 o 3 veces al mes.
¿Cómo?
Llegamos al quid de la cuestión:
- Desinféctalas con alcohol una vez al mes sumergiendo levemente las puntas.
- Enjuágalas con un jabón neutro y agua tibia (tratando de no mojar el agarré que une el mango a la brocha).
- Sécalas presionando suavemente con una toalla seca y limpia.
- Mantenlas en horizontal, sobre una toalla, hasta su completo secado para evitar deformarlas.
¿Dónde?
Recuerda que, además de la limpieza, para una correcta conservación es recomendable que tengas en cuenta el modo en que almacenas tus herramientas:
- Mantenlas guardadas en una manta o fundas siempre que sea necesario (conservarás mejor su forma).
- Emplea siempre un lugar fresco y seco para almacenarlas.
- Trata de mantenerlas en una posición horizontal o boca abajo, los botes de disposición vertical sólo se recomiendan para un uso inmediato.
- Evita mantener brochas en desuso sin limpiar durante mucho tiempo, acumulan partículas y necesitarán de la misma limpieza que aquellas que si usas.
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