Hoy en día, con las prisas, casi todas tenemos que maquillarnos rápidamente por las mañanas, aún con la cara hinchada y el pelo revuelto… Parece imposible que en apenas 5 ó 10 minutos podamos transformar esa imagen en una cara que aparente estar descansada y lista para pasar un duro día de trabajo, fuera de casa.
Sin embargo, siguiendo unos pocos, pero efectivos pasos, podemos llegar a conseguirlo. ¡Apunta!
Para empezar, lávate la cara con agua fría. ¿Por qué? Esto hará que la piel se terse y se descongestione. A continuación, si tienes las ojeras marcadas, aplica un par de puntos de corrector y extiéndelos con el dedo a toques. Después, aplica tu crema hidratante y base de maquillaje de forma ligera, o para ahorrar más tiempo aún, una hidratante de día con color.
Para terminar con la piel, matifica los brillos con unos polvos sueltos y aplica colorete en las mejillas para dar un toque sonrosado.
Para los ojos, necesitaremos dos sombras. Una en tono claro, marfil o rosa, para iluminar el párpado móvil, dar luz a la mirada y hacer el ojo más descansado. Y un tono medio, más oscuro, para marcar el pliegue del ojo. Terminaremos con un lápiz negro o marrón para marcar las pestañas y hacer que parezcan más tupidas, y con una capa de máscara de pestañas para abrir la mirada.
Si dispones de más tiempo, ilumina y contornea el rostro con unos polvos e iluminador en zonas estratégicas: parte superior de los pómulos, tabique nasal, centro de la frente y barbilla. Crearás volúmenes en el rostro que destacarán las facciones y aportará luz, viéndose más descansado.
Para terminar, perfila los labios en un tono natural, al definirlos se verán más carnosos y bonitos. Encima aplica un labial en el mismo tono, gloss o cacao hidratante.
Si realmente no tenemos ni 2 minutos para maquillarnos, reduciría todo a máscara de pestañas y cacao. ¡¡Son dos simples gestos que realmente se notan!!
Y tú, ¿Tienes alguna rutina concreta? ¿Qué paso es imprescindible y sin el que no puedes salir de casa?
1 comentarios
Gracias!! 🙂