Cuando nos estábamos familiarizando con el término “Contouring”, una nueva técnica aparece para quedarse y arrasar: el “Strobing”.
Strobing: ¿aún no sabes lo que es?
Esta nueva técnica es la opuesta al contouring. Mientras que el contouring crea luces y sombras acentuando zonas oscuras para esculpir el rostro, el strobing acentúa los puntos de luz propios de un rostro natural.
Para resaltar esos puntos de luz, el producto estrella para conseguirlo es el iluminador o “high-lighter”.
Los pasos para lograr que esta técnica quede perfecta e impecable en tu cara son:
- Unifica el tono de tu cara: para ello puedes usar una BB Cream de un tono similar al de tu piel, para esconder las posibles imperfecciones que puedas tener.
- Aplica corrector: tienes que usar este producto en las zonas en las que después se aplicará el iluminador.
Esas zonas son las que más sobresalen de tu rostro y reflejan más la luz:
- Parte superior del pómulo
- Tabique nasal
- Arco del labio inferior
- Mentón
- Sella el corrector con polvos traslúcidos, para fijar tanto la base como el corrector y conseguir una duración más duradera al strobing.
- Aplica el iluminador: con un pincel pequeño, aplica el highlighter de forma sutil en los lugares donde antes hemos aplicado el corrector. Además, puedes añadir puntos de luz en el lagrimal y el arco inferior de la ceja para poder favorecer tu mirada.
En caso que tu make-up se vea muy excesivo, puedes difuminar el exceso de producto con una brocha tipo Mofeta o tipo Kabuki.
- Usa colorete: para un acabado perfecto, puedes dar color a tus mejillas de forma sofisticada aplicando algún tono rosado o color melocotón.
Con estos tips, consigue un acabado de piel porcelana, además de realzar todos los puntos de luz que tiene tu rostro.
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