Las toallitas desmaquillantes son un producto muy presente en el neceser de muchas mujeres. Sobre todo recurrimos a ellas cuando menos tiempo tenemos o queremos invertir en desmaquillarnos.
Ventajas de las toallitas desmaquillantes
Su principal ventaja es la comodidad, no solamente por su facilidad de uso, sino también por su portabilidad. Es perfecta para llevar en el bolso a cualquier parte. Además, puede dar una sensación de limpieza en la cara, aunque no sea muy profunda.
Inconvenientes de las toallitas desmaquillantes
1. No limpian en profundidad la piel. Las toallitas las llevamos directamente a la cara, sin enjuagar ni usar ningún limpiador, por lo que solo arrastran la suciedad de nuestra piel. Hacen una limpieza muy superficial e insuficiente, sobre todo a nivel de los poros.
2. Pueden dejar residuos. Dado que no se enjuaga el rostro tras su uso, todos los activos contenidos en ella permanecerán en la piel.
3. Pueden producir problemas en la piel. La consecuencia de los dos puntos anteriores son problemas en la piel tales como aumento del riesgo de alergias, aparición de arrugas prematuras o granos e imperfecciones. Además, se debe tener cuidado con las zonas más sensibles, ya que pueden causar irritación por el daño mecánico que produce la sobre la piel al frotarlas.
4. No aptas para pieles sensibles con eccemas, rosáceas o acneicas. La composición de las toallitas, con abundante cantidad de conservantes, fragancias o alcohol que se depositan en la piel y permanecen en ella, provocan sensibilidad y conflictos cutáneos a largo plazo en cualquier tipo de piel.
5. Son dañinas para el medio ambiente. Usar las toallitas desmaquillantes genera una gran cantidad de residuos. Pero resultan mucho más nocivas las toallitas que se desechan por el WC, ya que son textiles y no se disuelven, creando grandes marañas y contaminando las aguas, con un gran impacto en el medio ambiente.
Alternativas
Hay muchas opciones entre los desmaquillantes y limpiadores faciales:
– Agua micelar. Este es uno de los más populares. Este desmaquilla en profundidad, retirando todos los restos de maquillaje, y además, hidrata y tonifica el rostro. Al no contener aceites ni alcoholes, es ideal para las pieles mixtas, grasas y las más sensibles. Aunque hay distintas fórmulas para adaptarse a cada tipo de piel.
Aunque es aconsejable lavar el rostro después de su uso para retirar algunos de sus compuestos y evitar que permanezcan en el rostro.
– Leche limpiadora o desmaquillante. La leche es el limpiador facial más recomendable para las pieles secas o resecas y aquellas que son más sensibles. No solo es una crema desmaquillante, sino también un poderoso limpiador que hidrata y nutre la piel en el proceso.
– Desmaquillante bifásico. Este contiene una base acuosa y una fase oleosa que se distinguen. La fase oleosa tiene menor densidad por lo que se encuentra por encima de la acuosa. Este tiene los beneficios de la hidratación y nutrición del aceite, aunque no está muy recomendado para pieles grasas. Sin embargo, es de los mejores productos para la limpieza facial tras el maquillaje.
– Aceite limpiador. Ideal para emplearlo como primer paso de la doble limpieza, ya que retira tanto el maquillaje, como los residuos de otros productos, como el protector solar. Con una textura fluida.
– Gel limpiador. Si buscas una limpieza mucho más profunda debes optar por los geles limpiadores. Contiene exfoliantes que ayudan a retirar cualquier tipo de impurezas u células muertas de la piel. Además de reducir la grasa superficial, hidrata la piel y no suele causar alergias. Son ideales para pieles grasas, mixtas y aquellas que tienden al acné.
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